domingo, 29 de mayo de 2016

De la pesadilla al sueño



  Figuras fantásticas, extraídas de una pesadilla, se transforman en personajes mágicos y llenos de color gracias a la creatividad y el ingenio mexicano!  Los Alebrijes son creaciones artísticas artesanales que en cualquier parte del mundo son reconocidas por el uso de atractivos colores muy mexicanos, y una estética realmente fenomenal, que a pesar de ser elementos tan tradicionales, su historia y origen no es tan lejana como podría pensarse: aún no cumplen siquiera un siglo... es decir, son prácticamente unos chavales!

El origen de estas míticas figuras, literalmente se extrae de una pesadilla, que como suele suceder con las leyendas populares, se ha magnificado; pero la historia de mayor reconocimiento es la que se desprende del Barrio de la Merced en la Ciudad de México a principios del siglo XX.  
Una de esas aventuras extremas en las que se mezclan todos los elementos para lograr la combinación adecuada que cambió para siempre la vida y obra de la familia Linares, en especial la Don Pedro Linares, artesano heredero de una de las mas arraigadas tradiciones en el país: la cartonería.  Esta técnica es utilizada para la creación de máscaras, "judas" y calaveras, figuras hechas a mano con la técnica del papel maché, decoradas con colores brillantes en acrílico, para usos decorativos principalmente o como personajes populares en las fiestas religiosas (el caso de los judas); Don Pedro que aprendió el oficio de su padre y seguramente él de las generaciones anteriores, contaba ya con una clientela entre la que destacaban artistas plásticos de la envergadura de Diego Rivera o José Clemente Orozco.

  Durante las primeras décadas del siglo pasado, el veracurzano José Antonio Gómez Rosas, conocido como el Hotenote, se destacó por "rebelarse" ante las normativas de las escuelas de arte en México y realizó muchas de sus obras en protesta a la educación clásica colocando figuras zoomorfas mezcladas entre unos y otros animales o combinados con elementos humanos dentro de sus obras... Se dice el Hotenote recurrió al trabajo artesanal de Don Linares, hombre joven pero muy enfermo, para pedir su colaboración con algunos objetos en cartonería para la escenificación en una fiesta privada de la Academia de San Carlos (prestigiosa escuela de arte); el artista pidió al artesano realizar trabajos en cartón de gran luminosidad, con el sello particular del Hotenote: esa combinación zoo-antropomorfa logrando una realidad impactante.
  La salud de Don Pedro combinada con un estilo de vida descuidado, lo hacían vivir constantes dolores gástricos a causa de una fuerte úlcera, la cual culminó con una dramática crisis que casi lo mata.  La familia resignada le daba el último adiós, mientras el artesano se debatía entre la vida y la muerte en una batalla de terribles alucinaciones causadas, probablemente por la fiebre, los diferentes brebajes herbolarios y el extenuante trabajo del artesano, quien debía realizar figuras demoniacas.  Éstas se filtraron entre su convalecencia, las alucinaciones y el dolor; creando personajes monstruosos a los cuales tuvo que darles forma, color y nombre, para poder explicar sus terribles pesadillas y el sufrimiento que finalmente le regalaron una nueva expresión para el oficio artesanal que había heredado.
La recreación, en los materiales que mejor sabía trabajar, de aquellas figuras que le recordaban sus pesadillas, se fue instalando en su trabajo diario, los nombró de la manera en que recordaba haber escuchado en sus sueños y los expuso entre sus demás trabajos de cartonería; otorgando así un estilo muy peculiar que le creó mayor fama . 
De los años 30 a la década de 1970 el trabajo en el taller Linares se perfeccionó y popularizó, hasta que la magia hizo lo suyo, llevando a la cineasta inglesa Judith Bronowski a la fuente de dichas creaciones fantásticas en busca del arte popular mexicano, ella provoca el encuentro de Don Pedro y Manuel Jimenez "El Divino", artesano en madera del oaxaqueño pueblo de San Antonio Arrazola, donde se da la retroalimentación entre ambos trabajos, destacando el color y la creatividad artística mexicana.  Gracias a dicha cineasta, el trabajo fue llevado a mercado estadounidense, otorgando al mismo tiempo un trampolín para que con la fuerza del arte y desplegando las alas fantásticas de estos seres demoníacos, los Alebrijes pudieran dar la vuelta al mundo y hablar de la mejor manera del trabajo realizado con el corazón y las manos mexicanas.
Esta fusión iconográfica que caracteriza históricamente a la cultura mexicana, se encuentra de visita y para deleite visual en otro de los grandes iconos mexicanos, El Acueducto de la Ciudad de Querétaro... Así, paso a paso y de arco en arco, posan con elegancia diferentes Alebrijes que incitan a la mente, creatividad e imaginación de los transeúntes, para recordar y reconocer la grandeza del arte nacional.
























miércoles, 11 de mayo de 2016

De la mano con Tut

  La antigua cultura egipcia junto con la mesopotámica representan una fuerte influencia para el desarrollo de la actual cultura occidental, por lo que su historia, tradiciones y leyendas han marcado una importante huella en la humanidad.
  Esas leyendas heredadas con narrativas de gran misticismo, son las que además de ofrecernos un entorno de respeto y grandeza, han hecho de Egipto ese mágico lugar lleno de tesoros escondidos, pasadizos secretos, claves mágicas y sobretodo arte, la expresión más artística y glamorosa de la vida a pesar de su gran antigüedad.
  En esta ocasión tenemos el orgullo de recibir una pequeña muestra de esa grandeza en el Estado de Querétaro, con la visita de una exposición así de magestuosa, "Tutankamón. La Tumba, el Oro y la Maldición" que se encuentra en el Museo de Los Conspiradores en pleno corazón de la Ciudad, (Andador 5 de mayo #18, Centro Histórico) colocada en esta sede desde el 11 de marzo hasta el 12 de junio de éste 2016.
  Como es común los primeros días de la exposición hubo muchísima gente, pero ahora es el tiempo perfecto para caminar por las coloniales calles queretanas y disfrutar de esta maravillosa exhibición que ha cruzado el planeta y nos trae casi hasta la puerta un poco de la cultura egipcia, con la posibilidad de apreciar muchas piezas originales encontradas en la legendaria tumba de Tutankamón, la  descripción de los exploradores y arqueólogos que participaron en el descubrimiento, "la maldición" que se desató a partir de la profanación de la tumba, así como los procesos tradicionales de momificación, los elementos que eran indispensables en la transición de la vida a la muerte, muestras de su joyería, iconografía, el significado de los colores en sus atuendos y accesorios, armas, muebles, decoraciones, utensilios y muchas otros atractivos (190 piezas nunca antes fuera de Egipto), incluyendo joyería de fantasía y algunos otros recuerdos, que es posible adquirir en la pequeña tienda montada en el mismo sitio.
  Todo relacionado con el joven faraón que dejó huella en la humanidad gracias a su intensa y corta vida, rodeada de misterios y traiciones, incluso aún después de muerto, que ha cargado con la maldición, desde el momento en que toma el trono con el estigma de ser el último heredero de sangre real, que a pesar de tener como principal misión su descendencia, no lo logra debido a su repentina muerte.

A escasas semanas de que termine el tiempo de su exposición en Querétaro, éste es un buen momento para asistir al museo y caminar hacia el pasado de la mano del Faraón Tutankamón, dejando en el futuro un grato recuerdo de esta visita egipcia a nuestro país.
  Los horarios de entrada son de Lunes a Domingo de 10 am a 9 pm, con un costo de $65.00 para adultos y $45.00 niños y adultos mayores... aunque si el lunes son de los primeros visitantes (entre las 10 de la mañana y las 12 del medio día), entran gratis!
  No lo piensen más, el pasado no espera y el futuro podría ser tan distinto, después de apreciar esta pequeña pero enriquecedora muestra.