miércoles, 28 de octubre de 2015

Arquitecto de tu destino

La semana declina y de vez en cuando es bueno hacer un alto en la vida para echar un vistazo a lo que hemos hecho, lo que queríamos hacer y lo que aún nos queda por delante;  y así en una mirada al pasado, me tropecé con un estudio maravilloso referente a los secretos de la Roma Antigua y sus técnicas de construcción...
En realidad no pretendo hablar de estilos constructivos, sino de una perspectiva ante la vida que surge como una disciplina hacia todo lo que se hace, originalmente enfocado a la arquitectura, pero aplicable a cualquier profesión, arte u oficio; se trata de Marco Vitrubio Polión, quien vivió en el siglo I a.C. y dedicó los últimos años de su vida a escribir y describir un tratado: El tratado de Arquitectura, que a pesar de su antigüedad, destaca por su vigencia en aspectos tanto arquitectónicos como humanos.
Es en tal sentido de la vida que les comparto esta pequeña fracción del primer tomo, donde la importancia de construir y construirnos permite elevar el ser más allá de las metas que día a día se establecen para alcanzar límites insospechados:
"Conviene que sea instruido, hábil en el dibujo, competente en geometría, lector atento de los filósofos, entendido en el arte de la música, documentado en medicina, ilustrado en jurisprudencia y perito en astrología y en los movimientos del cosmos"
Aunque después de varios años de convivir con ese ambiente laboral, compaginando mi vida como mamá, les puedo asegurar que éstas características, no sólo aplican a la arquitectura, sino a la vida de cualquier mamá o papá que tenga a bien compartir con sus hijos la sabiduría que sólo otorga la experiencia y que es gracias a esta transmisión de datos que logramos evolucionar como especie.
Entonces hago una súplica amable: Seamos Arquitectos de nuestro propio destino, enseñando el arte de la Arquitectura a las nuevas generaciones.
¡Un caluroso abrazo!







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