jueves, 24 de septiembre de 2015

Oktoberfest

La fiesta, es un acontecimiento que nutre el alma, por ello cada región del planeta cuenta con una fecha y un motivo en especial para festejar; una de las fiestas más grandes del planeta se celebra entre septiembre y octubre: "la Oktoberfest" (si, con artículo en femenino, tal cual se refieren los alemanes a su festival) dedicada a la cerveza!!! Razón por la cual se convierte en favorita de millones de visitantes de cualquier parte del mundo.
Su origen se remonta a 1810, año en que el Príncipe Luis I de Baviera y Teresa de Sajonia y Hildburghausen, contraen matrimonio y ofrecen un gran festín en los jardines de la monarquía, en la ciudad de Múnich.
Desde entonces se han celebrado casi 200 festivales de la Cerveza, con excepción de los años de guerra o alguna epidemia (24 ocasiones), este 2015 la fiesta es entre el 19 de septiembre y el 4 de octubre.
La Oktoberfest se prepara para recibir entre 6 y 7 millones de visitantes, quienes ansiosos esperan la llegada de los fabricantes de cerveza (Weisnwirte), dando inicio desde el momento en que destapan el primer barril, seguidos por carros alegóricos cargados de más  barriles y un desfile multicolor de trajes tradicionales; siendo el Dirndl el vestido tradicional de las mujeres y Lederhosen o pantalón de cuero para los hombres:  pantaloncillo corto, de piel de cabra, que generalmente combina sus colores con los del Dirndl de su acompañante.
A pesar de la gran cantidad de gente que visita el festival, se trata de una de las fiestas más preocupadas por el ambiente, pues desde 1991 el ayuntamiento prohibió el uso de desechables, haciendo que la tradición de tomar tarros y tarros de cerveza, así como disfrutar los tradicionales platillos alemanes, sea mucho más elegante en vajillas y tarros de cerámica y vidrio.
Han logrado que los 8 millones de litros de cerveza, el medio millón de pollos asados, otro tanto de salchichas, pan y montones de papel, reduzcan casi en un 90 % la cantidad de basura, consiguiendo casi 200 gramos de desperdicio por visitante (aprox 958 toneladas).
Las fiestas muniquesas le dan trabajo a 13 mil personas que reciben año con año a sus visitantes en el "Prado de Teresa" (Theresienwiese) con un singular atractivo: La Rueda Gigante de Willenborg, rueda de la fortuna que alcanza los 48 mts de altura, desde donde se aprecia con claridad la multitud que tapiza el territorio de cerveza y diversión, traída a manos de la sobrenatural fuerza de las camareras que cargan hasta 12 tarros de a litro por viaje (al rededor de 10 euros cada una y 2.3 kilogramos) con una apariencia tan delicada como campirana, increíble que carguen tanto al día!
Cuando se empieza a cantar con acento alemán canciones como "Anton, de Tirol" o "Anita" sin saber lo que se dice y al chocar los tarros, alegremente se grita "Prost!!!", definitivamente se está celebrando la Oktoberfest y solamente hay que disfrutarla.



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