Probablemente los soldados otomanos, en la conquista de Bizancio sobre los Balcanes, fueron quienes llevaron consigo la receta a Viena, aproximadamente a mediados del siglo XV y fue justo ahí que los maestros pasteleros la refinaron hasta conseguir ésta deliciosa tradición.
Lo adecuado es extender la masa y rellenarla de una aromática compota de manzana, acompañada de frutos secos como nueces, almendras o piñones y algunas pasas marinadas en licor o jugo de manzana, después enrollar la mezcla con la pasta y hornearla... Para servir se decora con azúcar glass y se baña con una crema de vainilla o se acompaña con helado de leche.
Aquí les comparto una versión muy RojoRed del tradicional Strudel que acompaña nuestras fiestas invernales:
Anímense a prepararlo y compartan sus comentarios!
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