viernes, 17 de julio de 2015

Hola Mundo! Lindo viernes de vacaciones, aprovechando que gran parte de los estudiantes ahora están descansando, me complace ponerles a disposición un lugar mágico se trata de un rinconcito ubicado en el estado de San Luis Potosí (México), inmerso en la Huasteca Potosina, un viaje fantástico que al dejar atrás los paisajes semidesérticos ofrece en contraste, la típica vegetación de la selva tropical, todo un regalo a los sentidos: un oasis en el desierto, imponentes cascadas, ríos cristalinos, fosas de agua que han formado enormes y paradisiacas piscinas, que dan vida a una exuberante flora y fauna… la naturaleza hizo lo suyo, pero la mano de un hombre excéntrico colocó ahí una varita mágica y con su toque creó un lugar de ensueño. 
     Edward Frank Willis James nace en Greywalls, Escocia en 1907, hijo de un millonario ferrocarrilero estadounidense y una joven de la nobleza británica; Edward James se encamina  hacia las artes desde joven y haciendo uso de su herencia se convierte en mecenas de Dalí, con quien desarrolla su faceta surrealista; poeta y escultor, atraído por su descendencia americana, viaja a este continente en 1944, en una visita a Geoffrey Gilmore, antiguo compañero de Oxford residente en México, juntos crean el proyecto de  un “Jardín del Edén” en nuestro país.  Edward acompañado por Roland McKenzie y Plutarco Gastélum se adentran en la Huasteca Potosina, encontrando en Xilitla, San Luis Potosí, un terreno a lado del río Santa María, el lugar perfecto para su sueño surrealista; siendo desde entonces éste, su segundo hogar.  Una angosta terracería da la bienvenida a “La casa del inglés” y apenas unos cuantos metros se aprecian rejas y puertas de herrería con decoraciones extravagantes, si bien a la izquierda del camino es donde las obras se desarrollan en todo su esplendor, a la derecha se ubica un maravilloso auditorio al aire libre cercado por delgadas columnas similares a los tubos de aire de un antiguo órgano; mientras que una pequeña puerta nos indica que el camino a la ilusión se encuentra al otro lado.  Dos manos, las de Edward que nos invita a pasar con un firme saludo, fusión de concreto y naturaleza que construyen la fantasía.  
  Escaleras que suben y bajan en un continuo espiral, muchas no llevan a ninguna parte o directo a un techo sin salida, salas con asientos de piedra y otras simplemente decoradas con atractivos diseños de ensueño; tanto en la herrería, arcos y construcciones de diferentes materiales, la flor de Lis manifiesta constantemente su origen inglés; formas geométricas y las asimétricas se funden entre lianas, enormes hojas verdes y flores que llevan a la caída de agua del río Santa María que regala un espacio tan placentero, difícil decir adiós. 

     Edward James muere en 1984, pero como todo artista se mantiene vivo y presente en cada una de sus obras dejando a Xilitla como guardián y anfitrión orgulloso de un Edén que agradece su preferencia, por medio de esculturas convertidas en arte vivo.

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