miércoles, 22 de julio de 2015

La mitad de la semana nos regala un respiro, por lo que aquí dejo el dato curioso de la semana, relacionado con el número 22

El Titánic viajaba a 22 nudos al momento de chocar contra un iceberg; también son 22 horas las que duerme en promedio un koala; son 22 profetas los que aparecen en el Antiguo Testamento y la temperatura ambiente ideal en grados centígrados es de 22.

Hubo 22 dínastías de emperadores chinos;  a los 22 días de gestación empieza a latir el corazón de un embirón humano, Mozart compuso 22 óperas y a los 22 años Orson Wells transmitió por radio la dramatización de la novela La guerra de los mundos en Nueva York.
 




Desde la perspectiva de la numerología se trata de un número extremadamente poderoso, pero su poder es una navaja de dos filos, que por un lado ofrece grandes perspectivas y logros, pero por otro lado la depresión y el fracaso se mantienen con la misma intensidad que los aspectos positivos; por lo que se puede ser un gran visionario, pero siempre con los pies en la tierra.  

22 onzas es el peso máximo oficial de un balón de basquetbol dentro de la NBA; el alfabeto hebreo cuenta con 22 letras regulares y 22 mil espectadores son los que caben en el Domo de Cobre (Palacio de los Deportes, Ciudad de México) 

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